Cuando hacemos referencia al término esotérico nos referimos a un tipo de conocimiento muy especial al que no todo el mundo es capaz de acceder. Además, no podemos acceder a él utilizando nuestros sentidos como podríamos creer que es lo más lógico. Seguro que en más de una ocasión has escuchado como los profesionales de este mundo se refieren a las personas que tienen este don como expertos con el don del tercer ojo.
Básicamente es como si tuvieran otro ojo más que, a diferencia de los dos habituales, este no le va a permitir ver nuestra realidad, sino más bien otras realidades que componen nuestra vida.
El mundo esotérico y los diferentes planos de la realidad
Imagina por un momento que quisieras echar un pequeño vistazo a tu futuro para poder ver si un problema se va a resolver o no. De momento la ciencia no ha sido capaz de diseñar ninguna tecnología que lo haga posible (de hecho, se especula con la posibilidad de que nunca sean capaces de lograrlo).
No obstante, con ese tercer ojo referido al mundo “esotérico” podemos conseguirlo.
Tienes que saber que lejos de nuestros planos de la realidad existen algunos en donde no existen dimensiones; es decir, que tanto nuestra realidad como el tiempo y el espacio se funden en uno solo.
Por esta razón, la persona que sea capaz de dominar este don también será capaz de ver todo lo que los tejidos de la naturaleza nos ocultan a un primer golpe de ojo. Al no existir el factor tiempo podemos ver todo y nada a la vez. Podrás ver si te va a ir bien con ese amor que acabas de conseguir, si en el ámbito económico te va a ir tan bien como crees, si vas a tener cualquier tipo de problema relacionado con la salud.
Sin embargo, hay dos problemas:
- Las líneas de tiempo asociadas a cada opción son cambiantes. Por esta razón es posible que veamos algo que sepamos que va a ocurrir pero que esto no tarde en variar. Un profesional especializado sabe que cualquier interpretación puede no ser demasiado fiable.
- Por otra parte, al haber tanta información dispersa es complicado centrarse en un aspecto único. Si el vidente no lo consigue, no obtendrá la información que necesita.
Un mundo muy especial que todavía estamos muy lejos de poder comprender.